Según su alimentación, existían dos tipos de dinosaurios: carnívoros y herbívoros.
Al igual que con los animales que pueblan nuestro planeta en la actualidad, ambos tipos de dinosaurios tenían características bastante marcadas que vamos a intentar explicártelas.
Dinosaurios carnívoros:
Los dinosaurios carnívoros no conseguían el alimento del mismo modo. Existían dinosaurios predadores, que se alimentaban de animales que cazaban, ya sea mamíferos, otros reptiles, aves, sapos y hasta incluso insectos. Estos dinosaurios tenían la cabeza grande y corta, un cuello poderoso y dientes afilados que les permitían arrancar los tozos de carne de sus presas.
Como ejemplos de dinosaurios predadores podemos citar al Tyrannosaurus, Deinonychus, Velociraptor y el Allosaurus. También estaban los dinosaurios pescadores, que se alimentaban de animales acuáticos, principalmente peces. Estos dinosaurios tenían mandíbulas largas y estrechas como las de los cocodrilos, y grandes garras que les servían para sacar sus presas del agua desde la orilla de ríos y lagos. Entre los dinosaurios pescadores se encontraba el Baryonyx walkeri. Por último estaban los dinosaurios carroñeros, que se alimentaban de todo tipo de animales muertos. Tenían mandíbulas delgadas y débiles, con las que no podían retener presas vivas tratando de defenderse. Dentro de los dinosaurios carroñeros se encontraba el Dilophosaurus.

Dinosaurios hervíboros:
Los dinosaurios herbívoros se alimentaban de plantas y hojas de árboles. Estos dinosaurios tenían el cuello bien largo (para poder alcanzar su alimento en las copas de los árboles) dientes planos y mandíbulas que no se movían de un lado a otro, por lo que debían tragar las plantas enteras sin poder masticar. Por esta razón, comían pequeñas piedras que le ayudaban en el proceso de digerir los alimentos no masticados. Entre los dinosaurios herbívoros encontramos al Diplodocus, Stegosaurus, Triceratops, Brachiosaurus, entre otros.
