Las salamandras son animales carnívoros, es decir que comen carne de animales.
En los tres primeros meses de vida, las salamandras son acuáticas y se alimentan principalmente de pequeños crustáceos y de larvas de insectos y gusanos. Las salamandras adultas son terrestres y consumen toda clase de insectos, arañas, gusanos, lombrices, ciempiés, milpiés, pequeños peces, caracoles y babosas. Algunas salamandras, incluso, se alimentan de otras más pequeñas. Además, las salamandras se despojan de su piel a medida que crecen y esta piel vieja también es utilizada como fuente de alimento.
Son anfibios de costumbres completamente nocturnas (sobre todo las adultas), viéndoseles sólo de día en tiempo lluvioso. A pesar de estar adaptados sus cuerpos a la vida en el medio terrestre, las salamandras pasan algún tiempo en el agua y saben nadar muy bien. Se desplazan muy lentamente y sacando su lengua pegajosa, pueden cazar presas que nadan o vuelan.
(Una salamandra común)