Un movimiento es rectilíneo cuando recorre una trayectoria recta y uniformemente acelerado cuando su aceleración es constante.
La aceleración se relaciona tanto con los cambios de rapidez como con los cambios de la dirección del movimiento. En una trayectoria recta, como la dirección del movimiento no varía, la aceleración es el cambio de rapidez que experimenta un cuerpo durante un cierto tiempo.
Cuando la aceleración en un movimiento va a favor de éste, el cuerpo aumentará su velocidad a medida que transcurra el tiempo, pero con la aceleración constante, hablamos de un movimiento rectilíneo acelerado. El cuerpo que experimenta este movimiento recto, aumentará en la misma cantidad su rapidez, durante tiempos iguales, pero su aceleración será constante, es decir, tendrá un solo valor.
Una bola que rueda por un plano inclinado o una piedra que cae al vacío desde lo alto de un edificio son cuerpos que se mueven ganando velocidad con el tiempo de un modo aproximadamente uniforme, es decir, con una aceleración constante.
(La caída libre es un movimiento rectilíneo uniformemente acelerado cuya aceleración, causada por la atracción de la Tierra, permanece constante)