El embarazo de una gata dura entre 57 y 63 días. En este período, se recomienda darle una dieta particularmente equilibrada, con mucha carne, pescado y leche, con sus complementos minerales y vitamínicos. Sabremos que el momento del parto está cerca cuando percibamos el aumento de tamaño de las mamas (un crecimiento debido a la acumulación de leche) y la zona perineal flácida y relajada. El día anterior al parto, la gata se pondrá más inquieta, no parará de caminar, perderá el apetito, tendrá un poco de decaimiento y su aullido se hará más fuerte a medida que se vaya acercando el momento. Cuando comienza el parto, suele dar maullidos fuertes con cada contracción, las cuales expulsarán al primer gatito, que puede salir con o sin placenta. Cada gatito tiene su propia placenta, que si no se rompe sola, la gata se encargará de hacerlo con sus dientes. El intervalo entre uno y otro gatito puede variar desde cinco minutos hasta una hora. Las gatas pueden tener entre uno y ocho gatitos. El parto completo desde el primer hasta el último gatito puede llegar a durar 24 horas. Normalmente las gatas llevan el parto con pocas dificultades, y no necesitan asistencia. En cuanto los gatitos hayan nacido, se acercarán a los pezones de la gata y comenzarán a mamar.
(El embarazo de las gatas dura 2 meses aproximadamente)